Feliz Día de la Inmaculada

Celebramos hoy la Solemnidad de María en el misterio de la Inmaculada Concepción que, desde nuestro ser de apóstoles, nos invita al cuidado del bien, de la justicia y de la paz.

 El misterio de María Inmaculada es fuente de inspiración para repensarnos como cuidadores de la obra de Dios, desde el encuentro con Cristo, en el horizonte de la fraternidad universal y en la vivencia de la sobriedad y sencillez.

Cada vez que miramos a María en el misterio de la Inmaculada Concepción, volvemos a creer en la fuerza revolucionaria del cuidado de la humanidad.

María, la Mujer «vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12,1) señala el camino de esperanza de la humanidad. A ella le pedimos que nos enseñe a mirar este mundo con ojos de sabiduría, ojos que no retiran la mirada ante el grito de la humanidad, sino que se comprometen por un mayor bien, por la justicia y la paz.