Renovar el compromiso vocacional

Del 24 al 28 de febrero a la luz del texto evangélico “Quien beba el agua que yo le daré no tendrá sed nunca… Señor dame de esa agua…” (Jn 4, 14-15) , hemos dado pasos en nuestro itinerario de formación conectando la experiencia de la Samaritana con la experiencia de nuestros fundadores y nuestra experiencia en la respuesta vocacional que se hace concreta en la misión.

Con diferentes dinámicas de reflexión, oración, hemos descubierto, una vez más,   como la Palabra de Dios y el testimonio vivo de nuestros fundadores hablan a nuestro corazón y es respuesta actualizada al mundo de hoy.

Pudimos reconocer como  la verdadera transformación misionera, ocurre no solo a través del servicio, sino también al empoderar a otros en la fe y en el conocimiento de Dios.

El ejemplo de París y Claret nos llama a renovar nuestro compromiso personal para una misión que humanice y transforme la sociedad en un mundo más justo y solidario.

Uno de los momentos más profundos de la semana ha sido un espacio prologando de oración  en la cripta de nuestra Madre Fundadora, ofreciendo salmos de gratitud escritos por nosotras a la luz de las actitudes con las que ambos vivieron la misión: confianza, humildad, coraje, fe, amor, abandono, entrega, cuidado, generosidad…y mucho más. Presentar creativamente el perfil misionero  de ambos fundadores nos ha permitido ser testigos tangibles de su impacto en la sociedad de su tiempo y en la actualidad del carisma para la sociedad de hoy.