Un regalo del Espíritu
1 junio 2020El 31 de mayo hemos celebrado el día de la Vocación Claretiana, con un encuentro on-line entre las distintas comunidades esparcidas por el mundo.Un espacio entrañable de compartir sobre nuestra vivencia claretiana en este momento histórico. Ha sido emocionante experimentarnos familia: UN REGALO DEL ESPÍRITU.
Publicamos el mensaje de nuestra madre general Jolanta kafka:
Queridas hermanas, queridos colaboradores,
es un día importante para celebrar nuestra vocación claretiana en este tiempo especial de la tierra.
Las consecuencias de la pandemia nos afectan y celebramos nuestra fiesta en este contexto que nos ofrece nuevas llamadas; como misioneras estamos invitadas a asegundarlas. “La vocación es un don al que respondemos día a día”. El Espíritu nos URGE, dicen las Constituciones, por eso en este día de la historia, mi deseo y nuestro deseo es que respondamos con una renovada creatividad apostólica y entusiasmo por llegar a las personas más necesitadas de la Palabra y de la compasión.
Nos iban llegando los videos de felicitaciones, que por motivos de confinamiento han sido tomados en nuestras casas, jardines, capillas. Sabemos que es una situación temporal. No caigamos en la tentación de estar demasiado cómodas en nuestras casas. Nuestro lugar de misión es el pueblo y nos espera para que salgamos a seguir caminando con ellos.
Cuando el agua cae en la tierra, en las rocas, en la arena, en diferentes superficies – siempre encuentra una salida, una fisura por donde seguir su camino. Así es el Espíritu, agua viva, que ojalá non inunde y entre en nuestro ser superando nuestras resistencias. Dejemos correr su gracia y atrevámonos a seguir sus caminos, tal vez nuevos.
Nuestros Fundadores han sido personas que han respondido a las crisis desde la oración, pidiendo por el mundo y, a la vez, con disponibilidad a la creatividad y misión de Dios y han sabido responder de forma concreta.
Es la hora de buscar cómo se concreta el Don del Espíritu en el hoy. Pedimos por intercesión de Maria que sepamos permanecer orantemente escuchando al Señor, ofreciéndonos a Él y arriesgándonos proféticamente a lanzarnos a caminos nuevos que Él quiere. Jolanta