Viaje a la Profundidad del Corazón
13 diciembre 2021Anastasia Wio, prefecta provincial de formación de la provincia de Asia Este en coordinación con Amilbia Penagos, prefecta general de formación, organiza un taller de formación en “crecimiento humano integral” que se desarrolló del 27 de julio al 11 de diciembre del presente año.
Participaron en el taller 28 junioras de la provincia de Asia, y cuatro junioras de la provincia de África, residentes en Nigeria. En algunos momentos algunas de las superioras que acompañan las junioras se integraron al taller.
En el fondo de nuestros corazones hay mucho agradecimiento por esta oportunidad que nos ayudó a viajar a la profundidad del corazón y a encontrar “el verdadero yo/nosotros”.
Es verdaderamente necesario que cada persona haga su viaje a la profundidad de su corazón, viaje que no tiene fin, como leemos en nuestras constituciones “la formación debe ser progresiva, integral y continua para una mayor eficacia de nuestra vida y misión en la Iglesia, y se llevará a cabo en distintas etapas” (const. 73). En un viaje a la profundidad de la persona, son muchas las bondades, y sabiduría que se descubren y también aspectos por mejorar, hemos sido invitadas a hacer este viaje con sencillez, paciencia y constancia para seguir creciendo y vivir el momento con serenidad.
Nos sentimos muy bendecidos por haber tenido la oportunidad de participar en este taller de “Formación Humana” en el que viajamos de vuelta a nosotros mismos, a nuestro ser interior como un viaje hacia el yo desconocido.
Un viaje al interior, hacia el yo desconocido es un gran reto, sin embargo, nos ha abierto la puerta y nos ha llevado a una mejor comprensión de nosotras mismas y de cómo reaccionamos y respondemos a los demás, en la relación personal o profesional.
Este viaje sólo ocurrirá solo si la persona está dispuesta a abrazarse a sí misma, y su pasado sin culpar a nadie, no importa lo duro que pueda ser o lo doloroso que pueda ser, simplemente fluirá como un río o un mar que sigue fluyendo incluso algunas veces con ruido.
No decimos que nos hemos conocido mejor ahora, pero podríamos decir que estamos en el viaje de conocernos más y mejor, sobre todo al yo interior, profundo, el yo donde habitan las luces, dones y gracias de Dios, pero donde también los afectos y las pasiones desordenadas ocupan un espacio. (Const.3) A través de esta experiencia hemos podido nombrar nuestros propios afectos y pasiones desordenados en los que estamos invitadas cambiar y dejarnos transformar.
A lo largo de este programa, nos hemos dado cuenta de que nuestra historia pasada contribuye en gran medida a nuestras reacciones y emociones actuales, ya sean positivas o negativas. Por lo tanto, cada uno de nosotros somos responsables de reconciliarnos con su nuestro pasado, para vivir un presente y un futuro mejor, aceptando nuestra historia como un regalo de Dios.
Con las cuatro claves de lectura de la personalidad, nos dimos cuenta de que el mejor lugar para habitar es en nuestro “ser profundo”, donde podemos hablar con nuestra niña interior, discernir lo que es correcto, integrarnos, vivir armonizadamente en cualquier situación favorable o conflictiva.
De hecho, tener una buena personalidad es ser dueñas de nosotras mismas, de nuestras emociones y acciones, y ser responsable de cada una de ellas. Debemos ver las situaciones de nuestra vida como un regalo de Dios, confiar en Él, amarnos a nosotras mismas y ser dueñas de nosotras mismas.
Por último, ser humano es ser quien somos; vivir en la verdad para para actuar con libertad interior hacia uno mismo, y hacia los demás… El crecimiento existe cuando hay aceptación y amor a uno mismo. Sería bueno recordarnos a nosotros mismas de vez en cuando que “nunca dejemos de aprender, porque una vez que dejamos de aprender – dejamos de crecer”. Crecer para ser humano es, de hecho, un viaje de toda la vida que necesita compromiso, responsabilidad y paciencia”. Agradecemos a todos y que Dios nos bendiga en nuestro camino.
Silvia Luzinha da Conceicao, Judith Kihla, Emiliana Ndung