Cuaresma, tiempo de escucha y gracia

Entramos en el tiempo de Cuaresma, un tiempo de gracia en el que suplicamos humildemente la misericordia de Dios.  

Sin tomar este tiempo como una temporada más para pasar de largo, miremos dentro de nosotros mismos y reconozcamos la necesidad de Dios, su compasión y su amor.

También estamos invitados a mirar a nuestro alrededor y tender la mano a nuestros hermanos y hermanas necesitados. Hay muchos sufrimientos causados por la violencia, la indiferencia, la falta de libertad, las calamidades naturales…

Hoy en su mensaje, el Papa Francisco nos invita a todos a abrir los ojos para ver la realidad. Al igual que Dios escuchó el grito de los israelitas en la esclavitud, también hoy llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos. Preguntémonos: ¿nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve?

Seamos un poco más sensibles para escuchar el grito de los pobres que nos rodean.