De Tarragona para el mundo: cuidar la fraternidad universal

En el día en que celebramos la Fiesta de la Asunción de María, recordamos también la Fundación Carismática de nuestro Instituto.

El 15 de agosto de 1851, María Antonia París y sus primeras compañeras hicieron voto de “unión fraterna”, mediante el cual se comprometían a no separarse y a emprender juntas el largo y peligroso viaje a Cuba.

Así lo testimonia María Antonia en su autobiografía: “Día de la Asunción de María Santísima. Reuní las jóvenes que había admitido por compañeras, como dejo referido, y comulgamos todas con gran devoción y ternura, ofreciéndonos a Dios con voto de atravesar los mares e ir a cualquier parte del mundo sin hacer división entre nosotras, […] ofreciéndonos a padecer cualquier trabajo por amor de Nuestro Señor Jesucristo”.

Con este “voto de Tarragona” la fundadora quería fortalecer la vocación de las 4 jóvenes a través de la santa obediencia y asegurarles que nunca las abandonaría (cf. Aut. 123)

María, fortalece la unión entre nosotras y con quienes caminamos; confírmanos en nuestra primera misión, que es cuidar la vida en comunión, porque sólo juntos podemos cruzar las fronteras geográficas y existenciales para contagiar la alegría del Evangelio.