
Esperando el nuevo Pastor
6 mayo 2025Como Misioneras Claretianas con quienes caminamos juntos, sintiéndonos “Peregrinos de esperanza” nos unimos a la oración de toda la Iglesia acompañando al Colegio cardenalicio compuesto por 133 Cardenales electores, provenientes de 71 países de los cinco continentes en el proceso de discernimiento que inicia en la tarde del 7 de mayo del presente año.
Invocamos el don del Espíritu por intercesión de nuestros fundadores Mª Antonia París y San Antonio Mª Claret, que tanto amaron la Iglesia y encontraron el modo de contribuir a su renovación. Como Claret creemos que “El Espíritu del Señor aspira donde quiere, cuando quiere y a quien quiere. Lo que importa es conocer la voluntad de Dios y cumplirla bien“.[1] Y confiamos con Maria Antonia que “a Dios nunca le faltan medios ni en el mar ni en la tierra, para socorrer las necesidades de sus hijos”.[2]
Que el Espíritu regale a la Iglesia el Pastor que necesita dando continuidad al camino de renovación sinodal y que todo el Pueblo de Dios lo acoja con Fe, Esperanza y Caridad.
“Concede, Señor el espíritu de oración a la asamblea reunida en Cónclave.
Hazles conocer las necesidades de la Iglesia para amarla más y orar por ella sin decaer;
Ponles delante tu Evangelio e imprímelo en sus corazones.
Hazles comprender tu Palabra y explícales el modo de ponerla en la práctica.
Transforma todo en la novedad de tu Espíritu; para ti nada hay imposible.
Haz que guarden en la memoria de sus corazones
todo el bien recibido durante el Pontificado de Francisco.
Acrecienta en ellos y en toda la Iglesia el amor a la pobreza evangélica, a los últimos y necesitados.
Que vivan estos días inmersos en tu presencia, Señor, acordándose que te has revelado en tu Humanidad y estás presente en la humanidad de los hermanos.
María Madre de Dios abierta al Espíritu interceda por ellos.
Pedimos esta gracia por la intercesión de María Antonia París”.
[1] San Antonio Mª Claret, Carta ascética al presidente de uno de los coros de la Academia de San Miguel, Barcelona 1862, p. 21.
[2] Mª Antonia París, Autobiografía, 152.