¡Feliz mes misionero!

Hoy, 1 de octubre comienza el mes misionero, un tiempo que quiere alimentar la fraternidad universal de la Iglesia, la comunión de todas las comunidades cristianas esparcidas por el mundo, el compromiso de solidaridad con las Iglesias que viven en los países más pobres y perseguidos y la profundización de la llamada misionera, personal y comunitaria, en la iglesia y en el mundo.

El mensaje para la jornada misionera mundial nos exhorta a ser testigos y profetas al estilo de los apóstoles y los primeros cristianos, con la misma valentía con la que Pedro y Juan, frente a los ancianos y al pueblo, dicen sin miedo: “No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hch, 20). Una invitación a hacernos cargo, “hasta morir” diríamos las claretianas, de dar a conocer el Dios de Jesús que convoca, transforma y envía.

Que el espíritu profético y misionero de París y Claret nos ayude a descubrir que “Vivir la misión es aventurarse a desarrollar los mismos sentimientos de Cristo Jesús y creer con El que quien está a mi lado es también mi hermano y mi hermana” (Mensaje de papa Francisco para la jornada mundial de las misiones 2021)