Habemus Papam: León XIV

9 mayo 2025

Robert Francis Prevost ha sido elegido por el Cónclave como el 267º Obispo de Roma, sucesor de Pedro. Es el primer Papa perteneciente a la Orden de San Agustín, habiendo servido como Superior General de la Orden durante dos mandatos consecutivos, entre los años 2001 y 2013. El protodiácono Dominic Lamberti anunció a la multitud expectante: «Habemus Papam» – «Tenemos Papa». El nuevo Papa eligió el nombre de León XIV.

Su primer y significativo saludo a los fieles reunidos en la Basílica de San Pedro y al mundo entero, «¡La paz esté con todos ustedes!», transmitió una profunda esperanza a todas las naciones, señalando que su pontificado continuará promoviendo el diálogo y la paz, especialmente allí donde la guerra y la intolerancia interreligiosa siguen predominando.

En su breve mensaje, dirigió un afectuoso saludo a los fieles de la diócesis de Chiclayo, en Perú, donde sirvió como obispo entre 2015 y 2023. Posee doble ciudadanía, peruana y estadounidense. Es el primer Papa con nacionalidad peruana y también el primero nacido en Chicago, Illinois, EE. UU.

Algunas misioneras claretianas presentes en Roma estuvimos en la Plaza de San Pedro desde el primer día del Cónclave y también en el momento del anuncio del nuevo Papa. La tan esperada “fumata blanca” apareció el 8 de mayo a las 6 de la tarde, hora local. Al difundirse la noticia, una multitud comenzó a llegar a la plaza, incluidas varias hermanas de la Casa Generalicia, deseosas de presenciar el anuncio del nuevo Pontífice.

Fue una experiencia profundamente conmovedora y asombrosa estar allí, entre millones de personas provenientes de diversas naciones.

La elección de un nuevo Papa representa siempre un momento de renovación para la Iglesia, porque tenemos la certeza de que la Iglesia es siempre nueva y se renueva constantemente. Así lo afirmaba el Concilio Vaticano II con las palabras: «Ecclesia reformata et semper reformanda», según la Palabra de Dios y un 100 años antes el Espíritu lo inspiraba a nuestros fundadores, especialmente a M. Antonia París con su vida ofrecida por la renovación de la Iglesia.

Que la vida y misión Claretiana con quienes caminamos juntos sea portadora de signos de esperanza y de un espíritu de renovación entre el pueblo.

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.