La fiesta de la experiencia

26 mayo 2024

Después de Pentecostés entramos en el Tiempo Ordinario por la puerta de la Trinidad. El Espíritu Santo nos hace conocer a Dios, nos hace experimentar a Dios y nos permite hablar de Él Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Junto con toda la Iglesia, celebremos la experiencia de la Palabra que toca el corazón, que nos motiva a la transformación misionera, a cuidar la respuesta vocacional, la fraternidad universal y la casa común, nos motiva a la reconciliación, a la solidaridad, a acoger la vulnerabilidad, a la mística de reconocer a Dios en todas las cosas.

Tres mandatos recibimos en este día: hacer discípulos, bautizar y enseñar a observar los mandamientos. Es la invitación a tener la experiencia de estar inmersos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es la invitación a ser discípulos, a seguir al Maestro, a estar donde Él habita, a practicar lo que hemos escuchado.

No se trata de difundir una religión, sino de compartir con la vida el contacto profundo, auténtico, íntimo con Dios: la experiencia de la ternura de Dios, de la salvación de Cristo y de la consolación del Espíritu.

¡Buena fiesta de la Trinidad!

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.