Taller de Acompañamiento en la Formación Familia Claretiana

Juatuba (29 de noviembre de 2018, Belo Horizonte – Brasil). Finaliza el taller de Acompañamiento para formadores en Familia Claretiana. Días muy intensos de trabajo, reflexión y práctica vividos en un ambiente fraterno y participativo.

Estos días nos han servido para acercarnos a la experiencia carismática de Claret como acompañado y a las indicaciones del Plan General de Formación sobre el acompañamiento formativo. Un segundo bloque nos situó en la persona del acompañado/a: en búsqueda, desde su complejidad, desde el modelo de humanidad de Jesucristo misionero.

Después de contar con herramientas para comprender mejor a la persona del acompañado, nos centramos en la persona del formador como acompañante, a través de diversas teorías y prácticas aprendiendo el arte de acompañar. No nos olvidamos de que esta tarea es, sobre todo, obra del Espíritu, que implica también un trabajo personal de constante maduración en el propio formador.

Valoramos la diversidad cultural y carismática que hemos compartido en estos días. Nos hemos reunido 20 misioneros y misioneras de tres ramas de la Familia Claretiana: doce Misioneros Claretianos: Jhon Aguirre, de Colombia-Venezuela; César Arias, de Colombia Oriental; Mauricio Borge y Rodolfo Morales, de Centro América; Nilton Boni, Valentim De Carvalho y Antonio Ferreira, de Brasil; Francisco García, de Antillas; Eugene Gnansounou y Rolando Málaga, de Perú-Bolivia; y Steve Niskanen y José Sánchez, de USA-Canadá. Dos Misioneras de San Antonio María Claret: Ivani Boloventa y Melania Buss, de Brasil. Tres misioneras claretianas religiosas de María Inmaculada: Pétronile Mutungidimbu, Prefecta General de Formación; Cecilia Medina, de la provincia Latinoamérica, y Betty Morales, de la provincia Virgen de Guadalupe. Los animadores del Taller han sido: P. Leo Dalmao, Prefecto General de Formación; P. Carlos Sánchez, Director del CESC-Vic; y P. Marcos Garnica, Prefecto Provincial de Formación de México.

Nos vamos agradecidos con nuestras congregaciones por ofrecernos estos espacios para nuestra formación continua como formadores misioneros.