Encuentro Superioras Mayores

El día 18 de abril, en más de tres horas de reunión on-line las superioras mayores y el gobierno general han compartido sobre la realidad que están viviendo las provincias en este tiempo de fragilidad, de dolor y … tratando de sembrar la esperanza.

Tanto el equipo general como todos los Organismos viven las consecuencias de la pandemia ante todo en la preocupación por las hermanas y su salud, por los familiares, colaboradores, personal y alumnos de nuestros centros.

Nos vemos afectadas en los ánimos y nuestra fe está puesta a la prueba. Esto nos lleva a una apertura más fuerte a Dios y confiar en Él, “esperar contra toda esperanza”… para poder sostener a otros. Vemos como la situación está afectando la movilidad de todos por lo que el aislamiento nos centra en nuestras comunidades y, desde ahí, se proyecta con los medios de comunicación, como también con actividades concretas de solidaridad con los más necesitados.

La convivencia confinada hace descubrir facetas comunitarias nuevas, aunque no deja de crear también tensiones. Se ven afectadas las visitas de los gobiernos en las provincias. Las visitas canónicas, fraternas, los encuentros entre las comunidades, proyectos de formación, tanto a nivel general como a nivel provincial. Se ve afectada la economía en dimensiones aún imprevisibles.

Todo ello no sólo nos obliga a replantear los calendarios y prioridades de los gobiernos, sino a poner en marcha la creatividad del Espíritu para visionar y renovar nuestra vida misionera. Los momentos de crisis dejar al descubierto nuestras mejores cualidades y revelan más fuertemente nuestras vulnerabilidades.

Nos sentimos interpeladas, pero con un horizonte muy incierto y por eso nos hemos dado tiempo para escuchar más, concordar criterios sobre los cambios en las actividades previstas, prioridades en caminos de restauración.

Hemos sentido un gozo grande del encuentro que en el clima Pascual llamamos esperanza. (Roma, Abril 19)