María Inmaculada madre y compañera

La Inmaculada Virgen María, que hizo de su sí a Dios un servicio a los hombres, debe ser nuestra fuerza y modelo en la evangelización de los pueblos  (Const 62)

Seguimos recorriendo el tiempo de Adviento, sabemos que no vamos solos … experimentamos a María Inmaculada como madre y compañera en el caminar de la Iglesia, de la humanidad, en el peregrinar de cada uno,  Ella es  la “gran señal”

Al contemplarte María acompañando nuestras comunidades, tocando la realidad de nuestros pueblos, nos señalas el camino de cómo ser discípulas de tu Hijo. Tú nos invitas a hacer más creíble el anuncio evangelizador, con palabras y gestos que transmitan vida, esperanza,  presencia solidaria y samaritana para el hermano.

¡Contigo María, como familia hoy nos alegramos y celebramos tu presencia entre nosotros, deseamos a todos un feliz día!