Hace 170 años

25 mayo 2022

Desembarcamos en ésta de Santiago de Cuba a los 26 de mayo del mismo año de 1852. Fuimos recibidas con mucho aplauso de toda la ciudad; pero Dios Nuestro Señor que en todas las cosas me hace probar lo dulce y lo amargo, o mejor diré, lo amargo y lo dulce, me quitó el gusto de encontrar en ésta al Arzobispo, que era la única persona que yo conocía en este nuevo mundo”. (Autobiografía Madre M. Antonia París n. 161) 

Hace 170 años, nuestra primera comunidad, llega a Santiago de Cuba después de un viaje en etapas: Desde Barcelona, pasando por Islas Canarias, con paradas inesperadas. Un viaje que se ha vuelto paradigmático para la vida de la Congregación.  La madre Antonia y las cuatro primeras compañeras han vivido este tiempo de 3 meses con diversos sentimientos, ahondando en la experiencia de Dios, profundizando en la llamada: “ A veces con la muerte a los dientes (Aut. 151) y temor (160) como dice la madre Fundadora, otras veces, con gran confianza, tan inmensa como el océano que rodeaba el barco”. (159)

Un tiempo de aprendizaje y sin duda una purificación de las motivaciones de la experiencia inspiracional de la Fundación.

Miramos a nuestra primera comunidad con admiración por la valentía y el abandono en Dios. 

Santiago de Cuba, sede del arzobispo S. Antonio M. Claret, se convierte en el escenario del nacimiento de la Congregación, lugar de la escucha atenta de la realidad y de las primeras respuestas misioneras.

La Diócesis de Santiago de Cuba, sigue siendo hasta hoy el lugar donde las claretianas y la familia claretiana, caminan con el Pueblo de Dios y realizan el sueño de ambos fundadores de “Anunciar con gozo la buena nueva de Jesús buscando el Reino de Dios y su justicia y contribuyendo a la renovación de la Iglesia”.  

El día 27 de mayo en la Iglesia de la Virgen del Carmen, donde fue acogida la primera comunidad, se abrirá con la Eucaristía el año jubilar.

(las fotos ilustran Santiago de Cuba en la época de la llegada y la posible embarcación)

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.