“Por una Iglesia sinodal comunión, participación y misión”

Los días 9 y 10 de octubre se ha dado comienzo al proceso sinodal del Sínodo por una Iglesia sinodal comunión, participación y misión.

Jolanta, como representante de la Unión de Superioras Generales ha sido invitada a participar en el acto de reflexión que en el Aula del Sinodo, el 9 de octubre precedía la apertura solemne con la Eucaristía.

En el encuentro, los Cardenales, Obispos, otras personas de todos los estados de vida acompañados también con representantes de otras iglesias cristianas han sido convocados por el papa Francisco a dos momentos el primero orante y reflexivo; y el segundo con el compartir en los grupos. 

Ha guiado la Palabra de Dios del primer Capítulo del Apocalipsis: la introducción a las 7 cartas que el Espíritu dirige a las iglesias. En el sucederse las meditaciones de la Palabra de una laica Cristina Inogés y el padre Paul Berè jesuita, los discursos del papa Francisco, del Card. Grech y del Card. Hollerich, los testimonios de algunas realidades eclesiales, emerge una disposición interior a iniciar el camino del Sínodo como un camino de renovación de la Iglesia en la participación de todos. Además de las palabras comunión, participación y misión que son centrales en este Sínodo, el papa ha invocado muchas veces al Espíritu Santo como protagonista de este peregrinar y, como bautizados que nadie se excluya ni sea excluido del proceso.

Como representante de la Unión de superiores generales Jolanta ha participado y coordinado uno de los grupos. Ha sido un ejercicio de escucha y diálogo sobre las expectativas y esperanzas que traemos al comienzo del itinerario; sueños y miedos. Ha sido un ejercicio espiritual de conversación atenta donde se alternaban los espacios de palabra con los espacios del silencio orante. En cada grupo un secretario recogía  y sintetizaba los aportes para enviarlos a la Secretaria del Sínodo. El mismo grupo ha sido una imagen de la diversidad en la Iglesia por el origen, vocación, responsabilidad, género, edad. Un pequeño ejercicio de intercambio de los dones carismáticos y jerárquicos; un darnos cuenta que en cualquier lugar que estamos, por nuestra palabra, buenas prácticas, podemos ser  levadura y agentes del camino sinodal.    

Esta mañana la Eucaristía en la Basílica de San Pedro, junto al Santo Padre. Varias hermanas de  la Comunidad de Calandrelli Estábamos presentes sintiendo una fuerte comunión eclesial y congregacional, acompañando este momento eclesial que nos ilusiona.  Pues, como hemos constatado el día 3 de octubre en nuestro encuentro formativo, esta interpelación, sin duda toca nuestro corazón claretiano que palpita a ritmo de la vida de la Iglesia.