¡Cristo nuestra Pascua!

13 abril 2017

La “memoria de Jesús” ha sido el núcleo en torno al cual se han constituido las primeras comunidades cristianas y ha sido siempre el principio de su renovación. Por eso cada comunidad puede decir: hemos sido congregadas por la memoria viva de Cristo y volver a ella renueva nuestras comunidades y nuestra vida de fe.

El “recordar” – como en toda la Biblia – no se comprende como un mero volver al pasado. “Hacer memoria” tiene un dinamismo más envolvente; parte de algo que ha sucedido, pero lo trae al presente como actual y vivo, resituándolo en el hoy como fuerza que lanza al futuro. Así se celebraban todas las fiestas de Israel relacionadas con la Alianza; en este mismo clima y significado entra Jesús cuando en la última cena invita a los discípulos a hacer lo mismo “en su memoria”: una Alianza nueva – una memoria nueva. No pide repetir un gesto, ni recordarlo con nostalgia, sino revivir de una manera siempre nueva… la entrega incondicional de Jesús al Padre que fue toda su vida. (cf. EG13)

Volver a la “memoria de Jesús” es el camino de renovación de la Iglesia y de la vida consagrada. Es la “buena noticia”: Jesús Pascual al centro de nuestra vida y de nuestro anuncio evangelizador. La Historia de la Iglesia está llena de pasos y ejemplos de santos que le han dado un impulso renovador haciendo volver a Jesús, su Esposo y a su Evangelio. Así lo vivió la Madre Antonia Paris que encontró y experimentó en Cristo paciente una riqueza enorme que le hacía comprender todo, explicaba el sentido de todo, encontrando en Él la fuerza para todo y deseo ardiente de anunciarlo a todossiguiendo sus pisadas.

¡Ojala podamos experimentar in estos días este “memorial” con gozo y sentido profundo de su espíritu! ìFEELIZ PASCUA!

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.