Cruzando mares confiadas en Dios

22 febrero 2024

Hoy es un día significativo para nuestra Congregación, el día del inicio del camino Congregacional en medio de un “mar inmenso de aguas”.

Era el 22 de febrero del 1852 cuando Antonia París y sus compañeras emprendieron el viaje hacia Cuba, desde donde son llamadas por el P. Claret para misionar en la isla. Una experiencia real, impregnada de inspiración divina, donde el cuidado de Dios se manifestó y se hizo certeza en la vida de cada una de ellas.

Aquel “monasterio ambulante”, así como lo define M. Antonia París, fue expresión del cuidado de la vida de las personas y de la misión.

Cruzaron los mares y arriesgaron la vida confiadas totalmente en Dios, para anunciar el Evangelio.

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.