¡Despierta la esperanza!

4 diciembre 2021

En este segundo domingo de Adviento vemos cómo Dios anuncia la cercanía del Reino por medio de Juan y asegura con Isaías que “todos verán la salvación de Dios” (Lc 3, 1-6).

Lucas pone de relieve que el Bautista es, sobre todo, el precursor de Jesús y que lo suyo ha sido prepararle el camino, así como nosotros deberíamos prepararle el camino en el hoy de nuestra historia, personal y social. Con este profeta culmina el «tiempo de Israel», que es el tiempo de las promesas, y se inaugura el «tiempo de Jesús», que es el del cumplimiento. Un tiempo en el que irrumpirá plenamente «la salvación de Dios» para todos.

La invitación es a entrar en el dinamismo de la conversión, a ponernos en camino, a cambiar. Convertirse es ensanchar el corazón y dilatar la esperanza para hacerla a la medida del mundo, a la medida de Dios. Una humanidad más igualitaria y respetuosa de la dignidad de todos es el mejor camino para que Dios llegue trayendo su salvación.

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.