Experiencia del Taller

15 diciembre 2021

Dios nos bendice continuamente con su bondad, misericordia y compasión. Recientemente experimentamos su amor incondicional al dar un paso más para conocernos y ser conscientes de nosotras mismas. Este maravilloso regalo del autoconocimiento no vino de una vez como algo muy atractivo y hermoso. Tuvo sus propias historias: momentos de alegría y dolor; reconocimiento y aceptación; miedo y rechazo; luces y sombras.

El Taller que estamos realizando desde hace cuatro meses con la Hna. Amilbia Penagos, Prefecta General de Formación, nos dio la oportunidad de caminar de cerca con las demás hermanas del consejo. Todas estamos caminando y haciendo camino con Dios. Cada una lo ha iniciado en diferentes momentos, con diferentes actitudes, teniendo diferentes objetivos.  Sin embargo, ha sido un tiempo precioso en el que hemos reconocido que hay muchas similitudes en el deseo de crecer. Es un aprendizaje gradual hacia la transformación de nuestra comprensión y aceptación de nuestra propia realidad personal. Este taller también está enriqueciendo nuestro discernimiento con nuevas informaciones e inspiraciones.

Como dice Shannon L. Alder, “La personalidad empieza donde termina la comparación. Sé único. ¡Qué tu vida sea memorable!. Ten confianza en ti mismo. Sé orgulloso de ti mismo”. Conocer y experimentar de cerca las realidades humanas nos da la oportunidad de tratar con las personas de forma humana. Este tiempo nos ayudó también a tomar consciencia de nuestros sentimientos, necesidades, fragilidades, bondad y la belleza que hay en nosotras. Agradecemos a Dios, el creador por su maravillosa creación. La misericordia que experimentamos del Señor, démosla a los demás.

Hermanas del Consejo de la Delegación de Asia Sur

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.