¡Gaudete! ¡Alegraos!

Se nos acerca la Navidad del 2020. Completamente distinta de otras Navidades. Es como una nueva Navidad inesperada. Desde Marzo 13  se nos ha cambiado la manera de vivir. Desde esa fecha, meses de búsquedas, cambios, modos o maneras de poder salir adelante y no quedar parados.

Inimaginable para mi, desde mi edad  nunca pensé en cosa parecida. Pero qué fuerza  tiene la imaginación , la esperanza! De repente se para todo: el trabajo  en  la ciudad en la parroquia, en casa. Y se empieza a ver posibilidades para salir  al frente  de la situación. en la que vivimos.

Estamos encerradas pero tenemos medios para ponernos en contacto, comunicarnos, hacernos presentes de diferentes formas. Así creamos grupos y la catequesis puede continuar con más de 400 niños recibiendo clases en sus casa por medio del Zoom.

Grupos de jovenes  que preparan cajas de alimentos para repartir a 150 familias cada semana. Reuniones por Zoom con las catequistas que comparten los trabajos y animan a las familias. Todo diferente a lo de siempre, pero hay vida, esperanza y presencia. Nunca nos habiamos comunicado tanto.

Luego la atención a las personas que viven solas y que necesitan ser escuchadas. Nos hacen bien cuando nos comunican la alegría que sienten  de saberse útiles por las oraciones que ofrecen por las personas que  no tienen a nadie que las consuele o las ayude. ¡Realmente queda poco tiempo para lamentarse! ¡Siempre algo o alguien está esperando!

Es mucho el dolor, el sufrimiento que vemos y que tocamos. A pesar de todo hay que seguir confiando. Algunas veces digo que hasta en un milagro cuando no veo soluciones. Pero sigo pensando en que es necesaria la esperanza, la alegría. Y pido constantemente al Señor que no  la perdamos. Es más, que nos la mantenga con más ardor y firmeza para  poder transmitirla a todos los que nos acompañan.   

Les deseo a todas unas Navidades llenas de esperanza y amor.

Feliz Año Nuevo

Carmen Álvarez