Proyecto Hic Sum

27 junio 2022

Llevo más de un mes en Toscana, en Sarteano (Italia), desde que llegué de Lima (Perú).

Cada día aprendo algo más sobre las actividades que se realizan en la casa de reposo donde me encuentro ahora, a través del contacto directo con los ancianos y guiada por las personas a cargo; por las noches también asisto al curso de primeros auxilios, que está a punto de terminar. Algunas veces he tenido la oportunidad de salir con la ambulancia para recoger o transportar algún paciente.

Es una bonita experiencia porque pasé de estar en contacto con bebes recién nacidos a estar en contacto con ancianos y esto me hace cuestionar mucho mi propia vida y cómo la veo y la vivo. También me hace reflexionar sobre cómo la cercanía y la acogida de todos en este lugar me hicieron sentir parte de él desde el primer momento.

En este corto periodo las experiencias se han hecho grandes; se trata de ir descubriendo el camino que Dios va poniendo en mi vida para poco a poco iluminarla y llevarla a donde Él sabe que es bueno, donde se descubre la sensibilidad interior de donde Él habita y te hace ver con el corazón, te hace mirar los rostros que hablan por sí mismos, porque con una sonrisa, una lágrima, un gesto, dicen mucho más de lo que puedo entender, desde los bebes hasta los ancianos, todos hablamos el mismo idioma.

Gracias y bendiciones para todos.

Mirian Aguilar

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.