Silencio, fe y espera

2 abril 2021

“Mientras la Vida está en el sepulcro, aquellos que habían esperado en Él son sometidos a dura prueba, se sienten huérfanos, quizá también huérfanos de Dios”. (Papa Francisco Audiencia General, 31 de marzo de 2021) 

Nosotros también podemos optar por llenar este silencio de llanto y desconcierto como hicieron los primeros discípulos, o podemos decidir acogerlo y abrirnos a la posibilidad de una escucha que nos permita descubrir un significado más profundo.

El silencio nos permite liberarnos de nuestros razonamientos, de las cargas que oprimen nuestro corazón, de las palabras inútiles, para dejar espacio a la escucha de la Palabra Viva. 

Es el día de María, madre del silencio. Cuando Jesús muere, ella se queda a los pies de la cruz con los ojos llenos de lágrimas y el alma traspasada, como le había profetizado Simeón (cf. Lc. 2,35), pero su corazón está lleno de fe, esperanza y amor. 

María está segura de la bondad de Dios y permanece a la espera de que se cumpla su promesa: la resurrección de los muertos. “Así, en la hora más oscura del mundo, se ha convertido en Madre de los creyentes, Madre de la Iglesia y signo de la esperanza. Su testimonio y su intercesión nos sostienen cuando el peso de la cruz se vuelve demasiado pesado para cada uno de nosotros.” (Audiencia General de Papa Francisco, 31 marzo 2021) 

Como María, quedamos silenciosamente a la espera de la luz del Resucitado.

En estos días se está distribuyendo el texto María Antonia París amiga y compañera de camino.